La vivienda como alternativa para mejorar los ingresos en la jubilación

Hipoteca inversa

Cada vez vivimos más, y la etapa de la jubilación se convierte en un periodo más largo, pues la esperanza de vida se alarga más rápido de lo que se retrasa la edad de jubilación.

Las mejoras médicas, el acceso a la información, y la adopción de hábitos más saludables, provocan que cuando nos jubilamos tengamos un estado de salud impensable hace treinta años, y que por otro lleguemos a edades muy avanzadas. por lo que necesitamos más ingresos en la jubilación.

Tres etapas distintas para afrontar la jubilación

Existe por tanto una primera etapa en la jubilación en la que contamos con muy buena salud, y tiempo para poder disfrutar de las cosas que más nos gustan.

Esta etapa suele comprender las edades entre los 65 y los 75-80 años.

Es un momento para disfrutar, hacer aquellas cosas que se fueron posponiendo, hacer los viajes que siempre quisimos, y disfrutar del ocio.

Suele ocurrir también, que al pasar a cobrar la pensión, nuestro nivel de ingresos disminuye, y no es suficiente para vivir como nos gustaría.

En algunos casos además esta situación se agrava al tener que seguir haciendo frente a una hipoteca.

Según vamos cumpliendo más años, la salud se va resintiendo, ya no tenemos tanta necesidad de hacer planes de ocio, y el deseo de poder tener una situación financiera mejor es menor que en la etapa anterior, a no ser que hayamos gastado el ahorro que tuviéramos acumulado y ya no podamos vivir como nos gustaría.

Y hay una tercera etapa en la que la salud está más deteriorada, pasamos a ser dependientes, necesitamos ayuda, ya sea en casa o en un centro, y el gasto mensual se dispara.

El servicio que tradicionalmente era ofrecido por la propia familia, ahora hay que pagarlo a profesionales porque todos los hijos tienen que trabajar.

Los padres no tienen dinero para pagar estos servicios, y su financiación supone un problema familiar difícil de resolver.

Son tres etapas diferentes en cuanto a necesidades económicas a nivel general, si bien luego hay circunstancias muy habituales, independientemente de la edad, que requieran la necesidad de liquidez.

Una baja pensión que impida llegar a fin de mes, una situación de viudedad, la necesidad de ayudar a algún hijo, una reforma en el hogar …

¿Qué necesidades nos pueden surgir en la jubilación?

Si bien las necesidades de contar con más ingresos en la jubilación pueden ser muy variadas, hay una circunstancia que se cumple en la mayoría de los casos, y es que la persona que tiene la necesidad cuenta con una vivienda.

Los españoles no hemos ahorrado a través de fórmulas de ahorro como los planes de pensiones u otras formas de ahorro a largo plazo.

La gran parte de la capacidad de ahorro la destinamos a comprar y mantener una vivienda, por lo que ésta se convierte en el activo en el que más ahorro acumulado tenemos.

De hecho, en España, el 90% de los mayores de 65 años cuentan con una vivienda en propiedad.

A modo de referencia, el ahorro acumulado en vivienda solo por los mayores de 65 años en España es seis veces superior a todo el ahorro acumulado en todos los planes de pensiones.

Y sin embargo, la vivienda sigue sin considerarse un activo del que poder disfrutar en la jubilación, principalmente porque la mayoría de propietarios no saben que pueden liberar parte de ese ahorro para mejorar su situación económica a la vez que pueden seguir viviendo en ella.

Alternativas para convertir nuestra vivienda en una fuente de ingresos en la jubilación

Existen varias alternativas para convertir nuestra vivienda en una fuente de ingresos en la jubilación sin que tengamos que renunciar a seguir viviendo en ella: la hipoteca inversa, la venta de la nuda propiedad y la venta con alquiler o sale & lease back.

En función de las necesidades de cada persona, la solución ideal puede ser una u otra.

Si bien en este post no pretendemos profundizar en ninguna de ellas, si podemos resumir en qué consiste cada una:

  • La hipoteca inversa es un crédito hipotecario por el que una entidad nos da una cantidad de dinero, que puede ser de golpe a la firma, en mensualidades o una combinación, es decir un dinero de golpe más una mensualidad. La particularidad es que el titular de la hipoteca inversa no tiene que devolver en dinero mes a mes con cuotas de amortización mensuales, sino que serán sus herederos los que hereden la vivienda, pues no se pierde la propiedad, con la deuda generada hasta ese momento. Está pensado además para que en ese momento la deuda sea sensiblemente inferior al valor de la casa, para que los herederos puedan saldar la deuda y quedarse con la diferencia. Suele ser la opción más demandada porque no se pierde la propiedad, se puede cancelar, y normalmente los herederos pueden disfrutar de una parte importante del valor de la casa también. Puedes hacer el cálculo de las cantidades aproximadas a percibir en nuestra calculadora de hipoteca inversa.

Hipoteca Inversa beneficios

  • La venta de nuda propiedad consiste en vender una parte de la propiedad, la nuda propiedad, y reservarse el usufructo, es decir, el uso y disfrute de la vivienda. La venta de la nuda propiedad puede hacerse a cambio de recibir un importe a la firma o de una mensualidad normalmente vitalicia, lo que se llama también renta vitalicia inmobiliaria. Las cantidades que se reciben dependen de la edad del vendedor. Cuanto mayor es, más cantidades se reciben. Normalmente se consiguen cantidades mayores que con la hipoteca inversa, pero por el contrario la operación es irreversible, la oferta está menos profesionalizada (no hay inversores institucionales), y el riesgo es mayor que con la hipoteca inversa, pues tras el fallecimiento (ocurra cuando ocurra) el comprador consolidad la propiedad y puede disponer de la vivienda; los herederos no heredan, por tanto.
  • La venta con alquiler o sale & lease back consiste en vender la vivienda y quedarse en la misma como inquilino pagando una renta por alquiler. Es la opción con la que se consiguen las mayores cantidades, pero también implica un cierto riesgo, pues hay que saber gestionar el dinero para poder pagar la renta (normalmente de por vida) y además administrarlo para pasar a vivir mejor. Suele ser recomendable a partir de edades de más de 85 años o en situaciones muy particulares, pues se corre el riesgo de tener que destinar la mayoría del dinero por la venta al pago del alquiler. Esta operación puede configurarse de diferentes maneras para mitigar estos riesgos.

En definitiva, existen soluciones hoy en España que nos permiten liberar el ahorro acumulado en nuestra casa para complementar los ingresos en la jubilación.

En Óptima Mayores te ayudamos a dar con la mejor alternativa para tu caso concreto, valorando tus necesidades y ofreciéndote y explicándote las alternativas que mejor se adapten a tu situación para que tomes la mejor decisión para aumentar tus ingresos en la jubilación.

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