Un reciente estudio sobre jubilación realizado por la aseguradora AXA, arroja unos datos que demuestran que los españoles somos muy pesimistas ante nuestra jubilación, y no es de extrañar. Actualmente la pensión media de los españoles se sitúa en 889,35€, según datos del Ministerio de Trabajo, frente a los 1.825€ en los que se establece el salario medio bruto mensual en España, según el INE.
Si a estas cifras añadimos que sólo el 29% de los trabajadores en España han empezado ya a ahorrar para cuando se jubilen, la situación es cuanto menos, preocupante.
Además, este mismo estudio recoge que para el 57% de los jubilados, sus ingresos son insuficientes, algo nada extraño si tenemos en cuenta los datos ya citados.
En resumen, en España, con unas de las pensiones públicas más bajas de Europa, no ahorramos para nuestra jubilación, por lo que cuando llegamos a esta etapa de la vida, nuestro nivel de riqueza disminuye considerablemente.
No obstante, en España es verdad que no ahorramos en forma de rentas, pero sí que lo hacemos a través de otro instrumento de ahorro (aunque no estamos acostumbrados todavía a verlo así). Ahorramos en forma de vivienda. Destinamos gran parte de nuestra capacidad de ahorro a adquirir una vivienda en propiedad (en España el 87% de los mayores de 65 años tienen vivienda en propiedad), y en la mayoría de los casos, con rentabilidades muy interesantes.
Entonces si hemos ahorrado durante toda nuestra vida (unos más que otros), y además con rentabilidades interesantes, parecería lógico pensar que llegados a una edad en la que nuestro poder adquisitivo se ve muy mermado, deberíamos disfrutar de ese ahorro acumulado durante tantos años en forma de vivienda, y disfrutar así de una jubilación más desahogada.
Sin embargo, la realidad no es así. Y no es así porque para poder disfrutar de ese ahorro tenemos que vender la vivienda, y a esas edades, normalmente queremos seguir viviendo en nuestra casa, y a día de hoy, nadie duda de que vender una vivienda es una misión bastante difícil.
¿O no?
Pues no, no es así. Existe una alternativa, si bien es verdad que todavía muy desconocida en nuestro país; la hipoteca inversa. Una solución que nos permite precisamente «liberar» ese ahorro que hemos acumulado en nuestra vivienda, y sin perder la propiedad sobre la misma. Una solución que vistas las cifras, debería al menos plantearse una gran parte de los jubilados en España para poder compensar sus bajas pensiones. Y ahí es cuando en Óptima Mayores le podemos ayudar a convertir su vivienda en su mejor plan de pensiones.
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