Este crecimiento progresivo de la contratación de la Hipoteca Inversa en España se produce por la imperiosa necesidad que tienen los jubilados españoles de obtener ingresos adicionales- las pensiones de nuestros jubilados son un 40% más bajas que la media europea, según un reciente informe de Gestha- y enfocar la financiación de su jubilación con mayor tranquilidad, sobretodo en un momento en el que el Sistema Publico de Pensiones está inmerso, como es bien conocido, en un proceso de reforma que los diversos grupos parlamentarios siguen en este momento debatiendo.
Según Angel Rodríguez-Carreño de Cominges, Consejero Delegado de Óptima Mayores “Es evidente que en un escenario de envejecimiento de la población – la población española envejecerá progresivamente hasta convertirse en 2050 en el país más envejecido del mundo junto a Japón, según datos de Eurostat – requiere, además de una reforma del Sistema Publico de Pensiones, promover e incentivar el ahorro a largo plazo mediante Planes de Pensiones y otros productos similares. No obstante, los mayores españoles sí han ahorrado, pero en vivienda. De hecho, el 87% de los mayores de 65 años tienen vivienda en propiedad, pero hasta la aparición de la hipoteca inversa se trataba de un patrimonio inmovilizado que no podía producir liquidez si además se vivía en él”.
La Hipoteca Inversa permite a nuestros jubilados convertir ese patrimonio, su vivienda, en liquidez mensual, mientras siguen viviendo en ella o incluso la alquilan a un tercero.
Por distribución geográfica la demanda de hipoteca inversa se concentra en las principales capitales. Por comunidades autónomas, la CCCAA de Madrid concentró el 30,72% de las operaciones, seguida de Cataluña, con un 23,96%, y en tercer lugar Andalucía, con el 19,30%.
En cuanto al perfil de los mayores interesados en este producto, no hay apenas diferencias respecto al 2009: se trata de mayores de un nivel socio-económico medio-alto, con una edad media de 76 años, y mayoritariamente mujeres. La edad media de los hombres que suscribieron el producto de forma individual fue de 77 años, y la media de edad de los matrimonios de 78 años.
Respecto al valor medio de las viviendas sobre las que se suscribieron hipotecas inversas, el informe indica que en 2010 fue de 437.000 Euros, frente al los 461.000 Euros en 2009, lo que representa un lógico descenso del 5,10% en este apartado.