El papel histórico de España en las Navidades: De la Noche de los Reyes Magos a la importancia de España en Papá Noel
La vibrante tradición de los Reyes Magos, que se celebra con grandiosas cabalgatas en todo el país, añade una dimensión única a la festividad navideña en España. La mágica noche del 5 de enero, repleta de nervios, ilusión y emoción, se ha arraigado en la culturade las familias españolas desde hace más de un siglo y medio. Esta celebración, llena de tradiciones arraigadas e inolvidables recuerdos, encierra un origen fascinante.
La llegada de los Reyes Magos a España despierta una gran expectación y da lugar a celebraciones multitudinarias. Las calles se iluminan con luces navideñas, se entonan cánticos de villancicos, y las cabalgatas recorren pueblos y ciudades, dejando a su paso caramelos, regalos y mucha ilusión. La espera de los niños se traduce en cartas llenas de deseos, que esperan ver cumplidos durante la noche mágica. Magia que jamás debe desaparecer.
La festividad de los Reyes Magos en España tiene sus raíces en la ciudad de Alcoy, donde se llevó a cabo la primera cabalgata en 1866, marcando el inicio de una tradición que se extendió rápidamente por todo el país. La ciudad de Alcoy, situada en la provincia de Alicante, se enorgullece de ser la cuna de una celebración que se ha convertido en un evento emblemático. Desde entonces, la víspera del 6 de enero se ha convertido en una fecha clave en el calendario español, donde los Reyes Magos, acompañados de sus séquitos, desfilan por las calles principales de ciudades y pueblos, repartiendo ilusión y regalos. Esta tradición se ha arraigado profundamente en la cultura española y ha trascendido a otras naciones de habla hispana, donde la llegada de los Reyes Magos también se celebra con entusiasmo y colorido.
La Noche de los Reyes Magos en España es el fiel reflejo de la esencia de la Navidad, fusionando la magia del pasado con la emoción del presente, creando una tradición cultural y religiosa que perdura en el corazón de la cultura española.
El vínculo de España en la tradición de Sinterklaas y la transformación a Papá Noel
La conexión entre España y las festividades navideñas se extiende más allá de los Reyes Magos, involucrando a Sinterklaas, una figura tradicional en los Países Bajos. Sinterklaas, conocido como San Nicolás, tiene su cuartel general en España, según la narrativa holandesa. Este vínculo histórico se remonta a la época del Imperio español, cuando la influencia de España se extendía por Europa.
San Nicolás, originario del Imperio bizantino, vio su culto trasladado a Bari, en el reino de las Dos Sicilias, debido a la invasión musulmana en 1453. La confusión sobre la procedencia de San Nicolás como Sinterklaas desde España proviene del dominio español sobre el reino italiano, donde el monarca español también gobernaba Nápoles y Flandes.
Esta conexión histórica entre España y Sinterklaas ha influido en las festividades en los Países Bajos y, posteriormente, en otras partes del mundo. La llegada anual de Sinterklaas a Holanda desde España, a bordo de un barco de vapor, se ha convertido en un evento esperado, con miles de seguidores entusiastas, especialmente niños.
La dualidad de la tradición navideña se manifiesta aún más con la transformación de Sinterklaas en Papá Noel en otras culturas. En el siglo XVII, inmigrantes holandeses llevaron la figura de Sinterklaas a Nueva Ámsterdam, que más tarde se convertiría en Nueva York. La cultura anglosajona transformó a Sinterklaas en Santa Claus, trasladando su cuartel general al Polo Norte y cambiando su medio de transporte de un barco a un trineo. La versión francesa, «Père Noël,» también contribuyó a la evolución de la figura de Papá Noel. Aunque no esté del todo claro hemos de recordar que a San Nicolás siempre se le asoció con el color verde, pero una campaña publicitaria de Coca Cola hace que siempre le relacionemos con el color rojo.
Así, la presencia de España en las tradiciones de Sinterklaas no solo resalta su papel en la festividad holandesa, sino que también contribuye a la creación de la figura globalmente conocida como Papá Noel, demostrando una vez más la influencia perdurable de España en la narrativa navideña.
La verdad revelada de Sinterklaas: un Obispo español en los Países Bajos
En este contexto, se revela una verdad fascinante que muchos medios no exploran a fondo: Sinterklaas, también conocido como San Nicolás, encuentra sus raíces en un obispo español que, montado en un barco a vapor, deja su país para ser aclamado en los Países Bajos y dejar regalos a los niños el 6 de diciembre. Históricamente Sinterklaasviajaba desde Madrid, pero posteriormente mantienen en su tradición que lo hace desde Alicante.
La historia de San Nicolás se remonta al siglo IV, cuando ejercía como obispo en la ciudad turca de Mira. Sus milagros y fama le otorgaron el estatus de santo, convirtiéndose en el patrón de los niños y los necesitados. Su culto se extendió por toda Europa, y en el siglo XVI, vinculado con España debido al traslado de sus reliquias a la ciudad italiana de Bari, San Nicolás pasó a ser considerado un santo español.
En los Países Bajos, la figura de San Nicolás se asocia estrechamente con España, ya que su llegada desde este país se celebra anualmente con entusiasmo. A pesar de los intentos de los protestantes de asociar al santo con un personaje negativo que se llevaba a los niños, la tradición oral salvó la reputación de San Nicolás, argumentando que solo se llevaba a los regalos de los niños que se portaban mal.
El relato se enriquece con la presencia de los Zwarte Piet o Pedritos, ayudantes de San Nicolás, originariamente representados por un «moro de España.» Aunque intentaron asociar a este ayudante con la imagen negativa de llevarse a los niños, la tradición oral prevaleció y la llegada en barco de Sinterklaas desde nuestro país es todo un acontecimiento.
6 de diciembre: de la Fiesta del Zapato a la tradición de San Nicolás
Para comprender a fondo la transformación de las festividades navideñas, es esencial explorar el pasado del 6 de diciembre. Antiguamente, este día marcaba la celebración de la festividad de San Nicolás de Bari en el calendario católico, coincidiendo con la fecha de su fallecimiento en el año 343.
En el siglo XIX, la costumbre de dejar regalos en la víspera de Navidad, como la conocemos hoy, era un fenómeno relativamente moderno. Originalmente, el 6 de diciembre era el día destinado para recibir presentes y regalos en honor a San Nicolás.
La tradición variaba en cuanto al momento exacto de la celebración. En algunos lugares, los regalos se dejaban en la víspera del 6 de diciembre, mientras que en otros se llevaba a cabo por la mañana, durante el desayuno, o incluso a la hora de los postres. La apertura de los regalos, tal como se hace actualmente entre Nochebuena y el día de Navidad, era un momento especial.
En España, se destacaba la celebración conocida como la ‘Fiesta del Zapato,’ que se empezó a celebrar en el siglo XVI bajo el reinado de Felipe II. Durante esta festividad, los niños dejaban sus zapatos para recibir los regalos de San Nicolás. Este evento contribuyó a la riqueza de la tradición y a la conexión emocional de los niños con la figura de San Nicolás. Resumiendo, España pasó de celebrar los regalos a los más pequeños con San Nicolás antes de que se llegase a Sinterklaas y, posteriormente, a un Papá Noel cargado de influencia anglosajona.
Cada país y cultura tenía sus propias costumbres y conocía a este personaje con un nombre distinto, pero a finales del siglo XIX, la mayoría de estas tradiciones se fusionaron en una sola, trasladando la festividad a la víspera de Navidad. Aunque actualmente la mayoría de los lugares han adoptado esta nueva tradición, todavía existen regiones, como algunas en la Península Balcánica, Alemania, Luxemburgo, Bélgica, los mencionados Países Bajos, Francia, Italia y Polonia, donde se sigue realizando la tradición de dejar los regalos de San Nicolás (conocido como Papá Noel, Santa Claus, etc.) el 6 de diciembre.
